Un sueño profundo

Autor: Laura Junowicz

Cada vez que Olivia lograba quedarse dormida, al ratito despertaba y su mamá tenía que empezar otra vez el cuento que recién había terminado de leer.

-Tenés el sueño muy liviano, Oli (le decía su mamá), y ella se imaginaba que su sueño era una plumita que el viento se llevaba y nunca caía.

La mamá le leía cuentos de hadas, de marcianos que llegaban a la tierra en sus naves espaciales, de brujas en escobas y de mariposas. Personajes tan voladores como Olivia, que tenía una imaginación muy poderosa y, en lugar de dormirse, se iba volando con ellos.

Probaron con “La bella durmiente”, pero cuando el príncipe besaba a la princesa para despertarla, Olivia abría los ojos como si fuera la mañana.

-Oli, hoy te leo un cuento nuevo ( le anunció una noche su mamá). Se trataba de una ballena corpulenta que se perdía en el océano. La voz de la mamá nadaba entre pulpos, las burbujas y los tiburones, y Olivia comenzó a lograr lo que nunca: su sueño se iba haciendo cada vez más pesado. Finalmente se durmió tan profundo que llegó hasta el fondo del mar.

Cuando la mamá terminó de contarle el cuento, no hizo falta volver a leerlo. Olivia aún estaba buceando entre seres acuáticos que jamás había soñado.

Desde entonces, cuando se va a acostar, Olivia se pone le pijama y , encima, las antiparras y las patas de rana.

Colorín Colorado…..

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